EL SOL FILTRABA SUS RAYOS EN LAS RAMAS DE UNA ACACIA
UN ZORZAL COLORADO, SU CANTO ENTREGABA AL ALBA.
FINAS GOTAS DE ROCÍO SE QUEDARON EN LAS ENGARZADAS.
EL SOL LAS IBA BEBIENDO, EN ESA CLARA MAÑANA
CON SU TRINAR BULLICIOSO A TODOS DESPERTABA
UN CORO DE AVES SILVESTRES, AL ZORZAL LE CONTESTABAN.
NO FUE UNA MAÑANA MÁS, PUES EL HOMBRE ALLÍ ESTABA.
PARA APAGAR ESE CANTO, QUE AL BOSQUE SIEMPRE ALEGRABA.
ESE ZORZAL COLORADO
TENÍA UNA EXTRAÑA MANCHA
SU ROJO ERA MÁS FUERTE QUE EL QUE DISTINGUE A SU RAZA.
SU ANDAR SE HIZO MÁS LENTO, YA NO VA DE RAMA EN RAMA
UN SILENCIO INVADIÓ EL BOSQUE, NO HAY ACORDES EN EL ALBA
EL ZORZAL CALLÓ POR SIEMPRE, NO ESTÁ DE MADRUGADA
LAS AVES LE GUARDAN LUTO, VÍ UNA NUBE QUE LLORABA.
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