Una
mañana de sol, la vaca más coqueta de la granja se dio cuenta por primera vez,
de que su cuero estaba lleno de manchas negras. Decidida a quitarlas, la vaca
frotó su piel tan fuerte tan fuerte, que las manchas, de a poquito, fue
borrando. ¡Qué hermosa estoy ahora, limpia y blanca como una nube! La vaca
cantaba feliz de ser distinta al resto de las vacas. ¡Es cierto que eres
diferente a las otras vacas pero ahora te pareces a mí! Además, ¿cómo sabes que
tus manchas eran negras y no blancas? – le dijo la oveja. La vaca decidió
entonces tapar sus manchas blancas con pintura negra. Ahora sí quedaré prolija y
toda del mismo color, pensó. La oveja tenía razón. Lo mío es el color de la
noche. Qué bien me veo sin esas horribles manchas blancas. Se encontró con un
chancho negro, y al verlo notó que se parecían demasiado, los dos vestidos de
negro. Nunca daré con el color correcto, se lamentaba mientras volvía a frotar
su piel. Y ahora ¡¿cómo vuelvo a parecer una vaca?! ¡Quiero mis manchas de
vuelta! A la sombra de unos trozos de cartón se puso a tomar sol durante toda
la tarde. Espero que esto devuelva el negro a mi cuerpo, repetía ilusionada. Al
final del día, la vaca se sentía muy a gusto en su propio cuero: más blanca,
más negra y más vaca que nunca.
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lunes, 7 de septiembre de 2020
CUERO NEGRO, VACA BLANCA- PABLO BERNASCONI
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